La pandemia desde la mirada de un perro

LA PANDEMIA DESDE LA MIRADA DE UN PERRO

No sé que pasa en el mundo humano, desde que un tal covid está de visita en la ciudad, todos están más sensibles y bastante raros. Unos lloran, otros comen todo el día y otros han aprendido a rascarse, je, je… yo me río lamiendo mis bigotes de vez en cuando viendo como la están  pasando. Creo que deben haberse portado mal porque cuando salen deben ponerse un tapabocas para no “ladrar” o morder a otros creo yo, je, je… a veces estos amos no entienden las reglas de convivencia que a mi me ha costado aprender.

Estoy contento, porque ese visitante ha logrado que al fin mis dueños se tomen un tiempo para conversar y estar juntos más tiempo,  además me hacen caso  y el otro día hasta me dieron un baño ellos mismo, uyyyyy! que rico se siente que te acaricien y te abracen.

Antes de que el tal covid venga de visita, ni siquiera se acordaban de que yo estaba ahí, bueno, excepto cuando yo dejaba uno que otro regalito oloroso o daba uno que dos guau-guau para que se acuerden de ponerme agua en el plato o que ya mi pancita necesitaba comida. Ahora juegan más conmigo y de verdad me siento más contento. Si es que se va este visitante pronto, espero que las cosas buenas que se han vivido en este tiempo, sean para siempre. Hoy “están en casa” y ahí estoy yo siempre esperándolos, así como esperan en casa siempre los buenos momentos, las risas, la comida rica y las lamidas.

Runo perruno.